El hospital general universitario Santa Lucía de Cartagena ha incorporado en su servicio de Diagnóstico por Imagen un avanzado equipo de Tomografía Axial Computerizada (TAC) con energía dual, con las más altas prestaciones, que entró en funcionamiento en los primeros días de marzo.
El consejero de Salud, Juan José Pedreño, visitó el centro hospitalario, donde explicó que la nueva máquina "forma parte del importante proyecto de renovación que el Servicio Murciano de Salud está desarrollando en el servicio de Radiología del Santa Lucía y se integra dentro de los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (Feder)".
La tomografía computerizada de energía dual es una nueva técnica de adquisición de imágenes que utiliza el diferente comportamiento de los tejidos a dos niveles de energía.
Pedreño recordó que la inversión en esta tecnología "ha supuesto un total de 618.511 euros, ya que a la adquisición del aparato hay que sumarle la realización de obras de adecuación y mejora de infraestructuras de la sala donde está ubicado".
Además, dentro del servicio de Radiodiagnóstico por la Imagen del centro hospitalario, en la Unidad de Radiología Intervencionista también se está renovando un angiógrafo que supondrá una inversión adicional de más de 877.000 euros.
El Servicio de Diagnóstico por la Imagen del hospital Santa Lucía sigue aumentando así su capacidad y calidad. El pasado año se realizaron en este recinto 148.114 radiografías simples, además de 6.445 resonancias magnéticas y 17.592 tomografías axiales computerizadas (TAC), entre otras.
Valoración de tejidos
La introducción de la energía dual en el recinto hospitalario permitirá, entre otras, la valoración cuantitativa de los tejidos en función de su composición, la reducción de artefactos como los ocasionados por prótesis metálicas y la mejor interpretación de patologías complejas, entre otros, de los pacientes oncológicos, de forma que se consigue una mayor reducción de dosis.
Este equipo, además, permite la adquisición de estudios cardiológicos avanzados, incluso en pacientes con frecuencia cardiaca relativamente elevada y perfusión con alta cobertura sin movimiento de la mesa, y estudios de neurorradiología en pacientes con ictus y de radiología vascular.
También facilita la separación de tejidos en función de su composición, como la grasa hepática, litiasis urinaria, radiología de cuantificación del porcentaje de infarto y asimismo, permite utilizar tecnologías de análisis automático para descargar parte de la carga rutinaria del trabajo del radiólogo, a fin de dedicarla a una mejor atención clínica al paciente y a otros profesionales.