Más de 6.000 toneladas de aceite industrial usado recogidas en la Región de Murcia se transforman en nuevos lubricantes y energía, según informaron fuentes del Sistema de gestión de aceites industriales usados de España (SIGAUS) en un comunicado.
De esta forma, la economía circular avanza en la comunidad murciana, según SIGAUS, que ha añadido que el 99,9% del aceite industrial usado recogido en la Región de Murcia durante el pasado año se destinó a regeneración, el tratamiento que permite convertir el residuo en nuevos lubricantes.
Gracias al residuo regenerado fue posible producir más de 4.000 toneladas de nuevos lubricantes, evitando así el consumo de 1,9 millones de barriles de petróleo y la emisión a la atmósfera de más de 4.000 toneladas de CO2. El 0,1% restante del aceite usado se destinó a valorización energética, produciendo un combustible similar al fuel óleo.
El aceite industrial es un producto ampliamente utilizado en diversos ámbitos de nuestra sociedad debido a su versatilidad, tal y como han precisado las mismas fuentes.
Además de su aplicación en los motores de vehículos, se emplea en una gran variedad de procesos industriales y en otras actividades donde se utilizan engranajes y maquinaria de cualquier tipo: desde el pequeño generador de energía de un hotel hasta un aerogenerador en la cima de una colina. Debido a esta diversidad de usos, se generan aceites usados en todos los rincones del territorio.
En 2022, cerca de 3.000 establecimientos murcianos de todo tipo generaron 6.345 toneladas brutas de aceites industriales usados (una cantidad que incluye un 1% de impropios, como agua o sedimentos).
Más de la mitad de estos establecimientos (1.361) fueron talleres mecánicos (establecimientos multimarca, multiservicios, concesionarios, mecánica rápida, etc.), constituyendo la actividad de mayor generación de este residuo peligroso: el 46% del volumen total recuperado en esta comunidad por SIGAUS, el sistema encargado de gestionar este residuo peligroso en toda España.
El resto del residuo se recogió en sectores muy heterogéneos, como la industria, la agricultura, el comercio, la hostelería, el transporte o la construcción, y puntos de generación muy diversos, como hospitales, instalaciones militares, campos de golf, centros educativos o puntos limpios, entre otros, que sumaron un total de 1.245 establecimientos (el 48% del total).
PROTECCIÓN AMBIENTAL EN ZONAS VULNERABLES
El consumo de lubricantes en actividades económicas tan diversas conlleva que los aceites usados resultantes se generen de manera muy fragmentada y dispersa en el territorio, lo que requiere de una operativa compleja y costosa, tal y como ha manifestado SIGAUS.
Durante el pasado año, a través de la red de gestores que recogen aceites usados, se llevaron a cabo 7.780 recogidas en los 42 municipios murcianos en los que se generó este residuo.
Un gran número de recogidas tuvieron lugar en áreas rurales, donde se ubican el 15% (422) de los establecimientos atendidos por SIGAUS. En ellos se recuperaron 930 toneladas de aceites industriales usados.
La recuperación del residuo en este entorno es especialmente importante, ya que la mayoría de zonas vulnerables desde el punto de vista medioambiental (como espacios naturales protegidos o ríos) se encuentran en el medio rural.
La Región de Murcia se caracteriza por una gran riqueza natural, según SIGAUS, que ha precisado que, en 2022, recogió 16 toneladas de aceites usados en las inmediaciones de 7 espacios protegidos (Parques y Zonas Ramsar).
Por otro lado, en el entorno de ríos, se recogieron 42 toneladas de aceites usados generados en 31 establecimientos ubicados a menos de 250 metros. La recuperación del residuo en estas áreas es vital, ya que un vertido de aceite industrial usado en el agua puede perdurar durante 15 o 20 años, impidiendo su oxigenación y dañando gravemente los ecosistemas existentes en estos entornos acuáticos.
TRANSFORMANDO RESIDUOS EN "RECURSOS VALIOSOS"
SIGAUS ha remarcado que la transformación de los residuos en nuevos recursos es "una de las mejores vías para reducir el consumo de materias primas, esenciales para fabricar todo tipo de productos para una población global en constante crecimiento".
Este es el caso del aceite industrial usado, un residuo que, bien gestionado, "puede ser valorizado en su totalidad". En su composición mantiene los recursos materiales y energéticos de origen, siendo de gran valor para ser transformado en nuevos productos, o como fuente de energía, según las mismas fuentes.
En la Región de Murcia, el 99,9% del aceite usado gestionado durante el pasado año fue tratado mediante regeneración, el tratamiento ambientalmente prioritario. El volumen de residuo destinado a este proceso, 6.395 toneladas, permitió la producción de 4.003 toneladas de nuevos lubricantes.
Gracias a esta gestión, se evitó el consumo de los 1,9 millones de barriles de petróleo que habrían sido necesarios para fabricarlos mediante el refino del petróleo, tal y como ha señalado SIGAUS.
Además, ha defendido que la regeneración de aceite usado gasta menos energía y emite menos gases de efecto invernadero que la producción de lubricantes de primer refino. En este sentido, la regeneración del aceite usado evitó la emisión a la atmósfera de 4.265 toneladas de CO2.
Los aceites usados que no fueron destinados a regeneración, 6 toneladas (0,1%), se sometieron a un proceso de descontaminación mediante procesos físicos (decantación, centrifugación y filtrado) y reactivos químicos para convertirlos en un combustible de uso industrial, de características similares al fuel óleo tradicional, que es utilizado en centrales térmicas, cementeras, papeleras o equipos marinos, entre otras cosas.
Gracias a este tratamiento, se evitó la emisión a la atmósfera de 3 toneladas de CO2 y el consumo de más de 600 barriles de petróleo que se habrían necesitado para fabricar ese combustible a partir del petróleo.
"Gracias al aprovechamiento del aceite usado de nuestros coches y máquinas, no solo evitamos el impacto ambiental de un residuo peligroso, sino que reducimos el uso de una materia prima no renovable como es el petróleo, más aún en el contexto de crisis energética actual", tal y como ha afirmado el director general de SIGAUS, Eduardo de Lecea.
Además de un importante ahorro económico, los procesos para obtener los productos de segunda generación consumen menos energía y emiten menos gases de efecto invernadero que los procesos tradicionales".