Cuando sólo tenía 8 años, encontró la manera de dar agua caliente a los habitantes de su pueblo, sin cortar los árboles.
Chiapas es uno de los estados de la República Mexicana, parte de la región consiste en hermosas playas con vistas a un mar cristalino, pero algunas áreas se encuentran a más de 4000 metros sobre el nivel del mar. Esto conduce a inviernos fríos, con temperaturas incluso muy bajas. Para remediar la situación, los habitantes de Chiapas siempre se han visto obligados a quemar leña, con la consiguiente deforestación de la región. Pero, finalmente, algo ha cambiado gracias a una niña de 8 años.
Xóchitl Guadalupe Cruz, una niña mexicana de 8 años, inventó una máquina para calentar agua sin el uso de estufas de leña, lo que aumentaría la contaminación, o calefacción a gas, que son demasiado caras para los habitantes del interior de Chiapas. Se trata de un calentador solar que Xóchitl ha construido con materiales reciclados, gracias a la ayuda de su padre.
La máquina atrajo inmediatamente la atención de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que otorgó al pequeño inventor un premio especial para las mujeres mexicanas que fueron protagonistas de importantes inventos o descubrimientos científicos.
Durante la ceremonia, Xóchitl declaró que la idea le vino cuando miró a los habitantes de la región donde vive y taló los árboles para darse un baño caliente. Con el deseo, por un lado, de permitir que incluso los más pobres puedan disfrutar de un baño relajante y, por otro, de preservar los bosques de la región, Xóchitl ha dado prueba de todos sus limitados conocimientos científicos y, sobre todo, de su inventiva. Y el resultado fue realmente impresionante.
Pero la pequeña científica no quiere detenerse y ha admitido en un periódico mexicano que, aunque está absolutamente entusiasmada con el premio, quiere continuar sus estudios para permitir que todos los habitantes pobres del mundo tengan agua caliente sin contaminar el planeta y destruir la vegetación.
Si las nuevas generaciones muestran tanta sensibilidad e inteligencia, ¡tal vez no todo esté perdido para nuestro planeta!
