En esta escuela los estudiantes suspendidos tienen que trabajar como voluntarios con personas mayores y discapacitadas.
desde hace algunos meses Città di Castello, en Umbría, se ha convertido en protagonista de un interesante experimento social: los alumnos suspendidos de la escuela tendrán que pagar la sanción disciplinaria de horas o días a través de una nueva vía de reinserción, llevando a cabo un trabajo voluntario junto a los discapacitados y a los ancianos huéspedes de una residencia de ancianos.
Los protagonistas de esta iniciativa prometedora y revolucionaria -esperemos-, patrocinada por el Ayuntamiento, son la cooperativa social «La Rondine» y la escuela «Patrizi-Baldelli-Cavallotti».
El proyecto parte de una observación muy simple: que la suspensión de los alumnos termina siendo un período de descanso en casa por sí mismo, raramente útil para «redimir» al niño. Por lo tanto, es mejor convertirlo en un momento socialmente útil, transformando al estudiante en un recurso para la comunidad.
Los alumnos -bajo la supervisión de los tutores escolares y de la cooperativa- participarán en las actividades lúdicas y recreativas que ofrece la residencia y, en general, desempeñarán un papel de escucha y acompañamiento; actualmente hay un compromiso semanal por un período que varía en función de la sanción impuesta por el Instituto a cada alumno.
El objetivo de la cooperativa y del Instituto es -en palabras de Marta Boriosi, directora de la misma- «promover entre los alumnos los valores del don, la gratuidad y el compartir, el compromiso civil con la comunidad, la ciudadanía activa y consciente, el respeto a los demás y a los diferentes, el sentido de la solidaridad y la igualdad constitucional, la educación y la reeducación, la sanción individual como medio de promoción y mejora de la persona, y promover la participación de los niños y niñas en la comunidad local en la que se mueven, a través del conocimiento de las asociaciones de voluntarios locales y el compromiso personal».
Luciano Veschi – presidente de la cooperativa – declara que los 3 estudiantes implicados hasta ahora han demostrado que «entienden cómo hay una realidad diferente a la suya y cómo pueden considerarse afortunados»; por lo tanto, encontrando el camino útil para los niños y las comunidades, espera extender la colaboración a otras escuelas.