Ambos le mintieron a sus padres y dijeron que habían viajado a Kentucky para visitar a un viejo amigo. Pero en realidad fueron al juzgado con tan solo cinco dólares que con el dinero de ambos reunían para casarse.
Cuando regresaron al pueblo estaban muy nerviosos como para decirle a sus padres, así que vivieron separados hasta que tomaron la valentía y le dijeron a sus padres lo que habían hecho.
Pasaron años y así fueron formando su familia, Kenneth, el esposo, trabajaba en las vías del tren como mecánico. Helen se quedaba en casa cuidando a la familia. Después cuando sus hijos ya crecieron, para 1983 empezaron a recorrer EE.UU y explorar. De esta manera vivieron una vida tranquila y disfrutando hasta el día de sus muertes en donde ambos se fueron juntos.



