Dan, su viejo mejor amigo…
Resulta que el desconocido al escuchar esto, se devuelve y la mira a los ojos fijamente y respondió: “Hola, pequeña damita, ¿Cuántos años cumples?”, la niña le responde su edad y le pregunta su nombre, él le dice: “dime Dan”.

La madre esperaba otra cosa totalmente diferente a esto pero no fue así, se instalaron a hablar, el anciano y la niñita, por unos minutos como si se conocieran desde hace mucho tiempo y luego cada uno siguió su camino por separado. Posteriormente, se lo encontraron de nuevo en otro pasillo y se tomaron fotos con él.

Tara fascinada por este acontecimiento escribe la anécdota en Facebook, poco tiempo después recibe un mensaje del mismo Dan, le cuenta que hacía poco tiempo de haber perdido a su esposa, y que desde entonces se sentía muy solo y triste. Pero que lo ocurrido ese día con Norah le cambió la vida, sus palabras fueron: “Gracias, ese ha sido el mejor día que he tenido en mucho tiempo. Me ha hecho muy feliz la señorita Norah.”



