Una madre paga el desayuno de una persona sin hogar, y él le confiesa una verdad espantosa.
Casey es una madre y estudiante que se ha convertido en la protagonista involuntaria de una historia ejemplar con un final inesperado.
Todo sucedió en una mañana como cualquier otra, durante la cual la chica había ido a desayunar a la cadena Dunkin’ Donuts.
Fuera de la estructura, vio a un vagabundo en busca de dinero de los transeúntes, hasta que lo vio entrar, probablemente para comer algo. Fue en ese momento cuando la niña decidió intervenir y le ofreció al hombre (que en realidad sólo tenía un par de monedas) un desayuno completo con una bebida caliente.
Mientras tanto, se sentaron uno al lado del otro, y el hombre, llamado Chris, comenzó a hablarle de sí mismo.
Le contó cómo había acabado en la calle, el hecho de que nunca había conocido a su padre y la pérdida de su madre debido al cáncer. También le habló de los horrores de la calle y de cómo la droga había sido una salida fácil, pero durante mucho tiempo lo había convertido en una persona horrible.
Chris tampoco ocultó el hecho de que vivía al margen de la sociedad, y que hacía mucho tiempo que nadie se había sentado a hablar con él.
Después de más de una hora de conversación, era hora de que Casey se fuera porque los compromisos de su madre la llamaban.
Antes de dejarla ir, Chris le pidió que esperara un momento. Tomó un pedazo de papel, escribió algo en él, se lo dio a la chica y se fue.
Fue cuando Casey abrió el papel arrugado que se dio cuenta de lo mucho que un pequeño gesto de bondad y altruismo puede hacer una diferencia en la vida de otra persona.
«Hoy iba a suicidarme. Por tu culpa, no lo volveré a hacer. Gracias, eres una persona hermosa».
El pequeño gesto de amabilidad de Casey nos había enseñado algo: nos había recordado que nunca debemos detenernos ante la primera impresión y que la gente sincera y genuina puede esconderse detrás de las apariencias más engañosas; le había recordado que en el mundo todavía hay amor, solidaridad y afecto que vale la pena vivir.
