La tradición de poner el Belén en el mundo se remonta al año 1223 , durante una noche de Navidad de la villa italiana de Greccio .
En esta localidad, San Francisco de Asís reunió a los vecinos de Greccio para celebrar la misa de medianoche . En torno a un pesebre, con la figura del Niño Jesús , moldeado por las manos de San Francisco, con el buey y la mula y todos situados en una pobre gruta en medio de un bosque, se cantaron alabanzas al Misterio del Nacimiento.
De repente, en el momento más solemne de la misa, aquella pequeña figura inmóvil adquirió vida, sonrió y extendió sus brazos hacia el Santo de Asís . El milagro se había producido a la vista de todos los que estaban allí presentes, y desde entonces la fama de los «Nacimientos» y su costumbre se extendió por todo el mundo. Desde ese día, se celebra la noche de Navidad imitando la inspiración de San Francisco de Asís, en torno a un humilde pesebre que recibe el Hijo de Dios.
El Papa Juan Pablo II, el 1986, a petición de las asociaciones belenistas de todo el mundo, proclamó a San Francisco de Asís Patrón Universal del Belenismo.
