Era una fría noche de abril de 1912, en medio del océano Atlántico, el navío británico Titanic, colisionó con un enorme iceberg, cerca de la medianoche, en su viaje inaugural, dejando al mundo perplejo, ante la magnitud de aquella tragedia. Dando lugar a multitud de descubrimientos escalofriantes, en los años posteriores.
Eran las 12:20 de la fatídica madrugada del 15 de abril, cuando el Titanic acabó de hundirse, falleciendo 1517 personas de las 2223 que viajaban a bordo.

Aquel famoso transatlántico tenía como objetivo comunicar a Europa con Estados Unidos, una obra de ingeniería colosal para su época, que tras la noticia de su hundimiento provocó conmoción en millones de personas.



