El creador de esta teoría ha asegurado que existen pruebas contundentes de que Jesús no existe y mucho menos sus doce apóstoles. Esta teoría establece que todos pueden creer lo que quieran aunque sea una farsa total, que seguramente la mayoría de los cristianos lo hace.
Confiar en figuras míticas y ficticias o irreales sería absurdo, ya que los mismo cristianos siempre han asegurado que el resto de figuras como paganas y falsas. Pero en cambio aseguran que el Islam sería más honesto porque adoran a un personaje histórico que es real como Mahoma.



