Scott Walker es padre de dos hermosas niñas y para él ver a sus hijas llorar resulta una preocupación muy seria, por nada del mundo quiere que sus pequeñas sufran y hace todo lo que está a su alcance para velar por su bienestar y que siempre estén sonriendo, sin embargo en cierta ocasión Molly la niña menor no cesaba de llorar por un rato largo, el padre desesperado le midió la temperatura y al percatarse de que le estaba subiendo le quitó el calcetín y lo que descubrió lo dejó perplejo.
Aunque Scott no era un novato como padre ya que Molly era su segunda hija, en realidad con nuestros niños nunca dejamos de aprender por lo cual debemos estar siempre atentos, porque los bebés no vienen con un manual y las situaciones que tendremos que resolver por el bienestar de ellos son infinitas, como le sucedió a Scott en esta oportunidad.
Es importante compartir las experiencias que vivimos con nuestros hijos y cómo logramos resolver cualquier contratiempo, y a su vez aprender de las experiencias de otros padres dado que si cooperamos, nuestros amados niños serán los ganadores al tener unos padres cada vez más diestros para velar por su bienestar.
Cuando Scott le quitó el calcetín a Molly para refrescarla por la fiebre, descubrió una hebra de pelo enrollada y muy apretada en uno de sus diminutos deditos, hasta el punto de que le cortó la circulación sanguínea y el dedito estaba inflamado y con un color morado claro.
Este hecho es más común de lo que parece y se denomina “síndrome del torniquete por cabellos o hilos”, cuando esto ocurre hay que actuar rápido dado que el bebé sufre mucho y hasta puede llegar a perder sus deditos.
La madre de la niña cortó la hebra con un par de pinzas y llevaron a la beba al pediatra para un chequeo general, afortunadamente no pasó a mayores.
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