Víctor Martínez López, Presidente de Assido, nos cuenta cómo preparan su 20 edición de la gala de danza que se celebra el próximo jueves
En Assido llevan más de 40 años trabajando por la inclusión de las personas con discapacidad intelectual, por mejorar su calidad de vida y su autonomía. Un grupo de familias se unieron para luchar por los derechos de sus hijos y a día de hoy siguen trabajando para incorporar nuevos retos y conseguir nuevas metas, poniendo siempre el foco en el futuro de las personas con síndrome de down.
Esta asociación, la segunda más antigua de toda España, se ha adaptado a los nuevos tiempos, liderando proyectos que sí logran mejorar la vida de sus usuarios, no solo a nivel terapéutico o físico, sino también a nivel formativo y laboral.
Nos parece que el covid ya es parte del pasado, pero asociaciones como Assido recuerdan a la perfección todo el esfuerzo que se hizo durante la pandemia, los problemas que encontraron y la forma exitosa en la que los solventaron, haciendo un sobreesfuerzo para que todas las familias dispusieran de la atención necesaria ante este delicado momento que nos ha tocado vivir a todos.
Y, a pesar de la llegada del Covid 19, Assido ha continuado manteniendo su gala de artes escénicas, sin detenerse o pausarse un solo año, adaptándose con las nuevas tecnologías y desarrollándose de forma telemática. Pero este año vuelve al escenario, en su XX edición, la Gala de Danza de Assido, con público tal y como se realizaba antes de la pandemia.
El próximo jueves 30 de junio, a las 21 horas en el Auditorio Víctor Villegas, vuelve esta muestra de danza por la diversidad y nos recibe Víctor Martínez, Presidente de Assido, para contarnos la labor de esta asociación que lucha por la inclusión y el futuro de las personas con discapacidad intelectual y síndrome de down.
- El año pasado cumplisteis 40 años, siendo una de las asociaciones de síndrome de down más antiguas de España. ¿Cuál es vuestra misión por la que trabajáis cada día?
Assido es una asociación de padres y madres, de familias, que se fundó en 1981 y que se formó para unir a las familias y dar una serie de servicios que no existían en ese momento.
Las personas con discapacidad intelectual y síndrome de down estaban relegados a quedarse en casa, sin atención formativa, ni de ningún tipo, y estas familias con sus inquietudes querían cambiar esto, por eso se aprovechó el boom asociativo y se creó, siendo así la segunda asociación de síndrome de down más antigua de España.
De esta forma asociativa se busca mejorar la calidad de vida y el futuro de las personas con discapacidad intelectual y síndrome de down mediante diversos programas, tanto de ocio, como formativos, etc.
- Imagino que en estos 40 años habrá cambiado el panorama y los retos …
En estos 40 años han cambiado muchísimo las personas con discapacidad intelectual, pero también van cambiando las expectativas que ellos tienen de su propio futuro. Cuando se fundó, las expectativas eran conseguir pequeños logros, como que pudieran recibir logopedia o fisioterapia, pero hoy las expectativas son mucho más altas, como acceder a una formación, a un crecimiento de autonomía personal, y si es posible a una vida independiente,... Estos son algunos retos que nos encontramos y que tenemos que ir adaptándonos a esta realidad.
La discapacidad intelectual y el síndrome de down no es una foto fija, ha ido evolucionando, y cuanto más se avanza, más hay que seguir avanzando, nunca se acaba.
- ¿Cómo se organiza Assido y cuántas personas forman parte de esta asociación?
Nosotros, Assido, tratamos a las personas con discapacidad intelectual desde que nacen hasta todas sus etapas madurativas durante toda su vida a las 500 familias que atendemos, con más de 90 trabajadores.
Está dividido en dos centros, el de Plaza Bohemia y el de Casillas. En el de Murcia tenemos desde atención temprana, apoyo escolar, hasta actividades para los más mayores. Disponemos de un centro de formación y transición a la vida adulta y tenemos actividades para adquirir competencias, buscando la autonomía personal.
En Casillas tenemos un centro de día ocupacional donde realizan talleres y actividades, no son meramente ocupacionales, sino que hemos trascendido y realizamos acciones formativas, talleres de desarrollo personal y otros como de nuevas tecnologías, por ejemplo.
- Y también tenéis una importante labor a nivel artístico…
Sí, esto es muy interesante porque la expansión que se ha producido en las disciplinas artísticas, en lo relativo ">a las artes plásticas y a las escénicas, ha sido muy importante. Lo que comenzó como experiencia piloto y talleres, a día de hoy ya tiene peso y ha generado una bonita trayectoria.
El colectivo Inout, un colectivo artístico, ya realiza exposiciones y hay artistas cuya obra está siendo observada con interés por su propia capacidad artística, con un trabajo serio y profesional donde el nivel es muy alto.
Paralelamente ha ocurrido lo mismo con la danza. Disponemos del taller de danza para practicar desde que son pequeños, hasta que ha surgido la propia compañía Así somos, que participará el próximo jueves en la gala.
En la XX Gala de Danza de Assido de la semana que viene participan todos los chicos y chicas que practican danza en los talleres y también la propia compañía, sin duda una oportunidad única para mostrar todo el talento de estos chicos y chicas.
- ¿Se ha avanzado en la inclusión social?
Sí, se ha avanzado en el camino de la inclusión pero aún queda mucho. Uno de los retos que tenemos por delante es el ejercicio de la autonomía y de la propia ciudadanía. Ellos quieren participar y votar, por ello las asociaciones se están volviendo más democráticas y los chicos con discapacidad intelectual tienen su propia representación en estas asociaciones a las que pertenecen, quieren tener reuniones con nosotros -con la Junta Directiva- porque quieren presentarnos sus propias propuestas.
El reto principal es ayudarles a que puedan desarrollar sus propios proyectos de vida en todas sus dimensiones, y para ellos hay que avanzar mucho en oportunidades de formación, laborales y de vida independiente, y eso es en lo que vamos avanzando poco a poco. Muchos de ellos ven su realización personal tener un trabajo, tener su dinero, su responsabilidad,... porque tener empleo no es solo tener trabajo, es tener una disciplina, levantarse a una hora determinada, tener una rutina, vestirse para salir de casa a trabajar, etc.
Las inquietudes de estos chicos y chicas son parecidas, si les preguntas a un adulto con síndrome de down te dice que sus metas son estudiar, tener un trabajo, tener pareja… y sobre todo tener una vida independiente.
- Actualmente hay gente que infantiliza a las personas con discapacidad intelectual… ¿Qué problemas genera esto?
El problema de infantilizar a estos chicos es - más allá de la falta de respeto- una brecha que incluso tienen que superar las familias. La sobreprotección no ayuda, en ocasiones resulta cómoda a la hora de manejar el tema, pero hay que darse cuenta de que hay que darles autonomía para que vayan resolviendo distintos problemas que se presentan.
- ¿Qué le dirías a nuestros lectores para animarles a que asistan al evento del jueves?
Me gustaría invitar a todo el mundo, y les diría que vengan a ver este gran espectáculo con la mente libre de prejuicios, no pensando que van a ver un espectáculo de personas con discapacidad sino simplemente un espectáculo artístico.
Quiero que disfruten de la parte artística, porque el montaje, el trabajo que hay detrás y la capacidad de los participantes lo merecen.
No conozco a nadie que haya ido a ver esta gala y que no se haya quedado impresionado por todo el espectáculo que se va a poder disfrutar.
Los participantes hacen un trabajo que empieza a trascender de esta etiqueta de la discapacidad, que entiendo que es necesaria, pero es un trabajo que se puede valorar en sí mismo.
Y por supuesto, me gustaría agradecer el trabajo de los profesionales, de las familias que sin ellos sería imposible levantar una gala de esta envergadura.