La violencia psicológica también es violencia
Hoy escribo con el corazón en un puño, pero con la mayor de las fuerzas. Hoy mi voz sube de tono para hablar por mí y por ellas. Hoy es 25 de noviembre, el día que todos debemos alzar la voz, mujeres, hombres y todo el planeta.
Hoy voy a aprovechar mi altavoz, mi columna, para hablar de maltrato psicológico. El maltrato psicológico es una lacra de nuestra sociedad, una lacra silenciosa que parece que no existe, pero arrebata almas por donde va. Una mujer maltratada psicológicamente muere en vida, porque aunque su cuerpo respira, su alma expiró a otra vida. Vive sometida, vive pensando que es un trozo de m*erda, vive pensando que sin él nada valdrá la pena, que él la sostiene, que sin él no hay nada, que él es su salvador absoluto.
Está claro que el maltrato psicológico no es exclusivo de la violencia machista, pero el papel de la mujer a lo largo de la historia la hace una “presa fácil” de este tipo de maltrato silencioso. Por eso hace falta alzar la voz hoy, hace falta quitar máscaras a estos asesinos sin armas.
¿Nunca has conocido a una mujer a la que su pareja no le permitía vestirse de determinada manera? ¿Nunca has conocido a una mujer a la que su marido no le daba dinero y todo el control económico lo ejercía él? ¿Nunca has visto a un hombre gritarle a una mujer que es tonta y no vale para nada? ¿Nunca has conocido a una mujer sometida a hacer las tareas de casa y solo a complacer?
Ahora quiero que pienses, que te imagines que tu mejor amiga, tu hermana o tu prima está casada con Pedro. Pedro parece un chico súper amable, extrovertido y buena persona, pero Pedro es un ogro de puertas para dentro.
Pedro le grita todos los días, Pedro le dice que es tonta y que no sirve para nada. Le dice que sin él está perdida, que solo vale para estar en casa. Ella no puede trabajar, solo cuidar a los niños. No puede sacar dinero, ni vestir minifalda. Jamás le ha dado una paliza, solo algún guantazo aislado. Gritos, golpes en la mesa e insultos son el pan de cada día. A la misma vez Pedro le compra regalos y los lleva de viaje y presume de familia cuando están con gente. Pedro es el alma de la fiesta en cualquier reunión, es encantador.
Ella no es feliz porque ni siquiera es ella, es un reflejo leve de lo que fue. Está apagada, no tiene luz, vive debajo del miedo y el dolor. Pedro trata igual a sus hijos, gritos, golpes de autoridad en la mesa, e insultos.
Pedro no la ha matado de una paliza, pero ella está muerta en vida.
Ahora quiero que te preguntes:
-¿Debería Pedro ir a la cárcel?
-¿Puede Pedro ver a sus hijos?
-¿Es Pedro un maltratador?
-¿Es Pedro un buen padre?
Ahí lo dejo para que pienses, para que pensemos, para que reflexionemos.
Quiero acabar la columna con LUZ, quiero alzar la voz por el cambio, por la esperanza y el AMOR. Porque aunque sigue existiendo violencia machista, cada día se habla más del tema, cada día se educa más en el respeto, la no violencia y el AMOR. Quiero que pienses que estamos juntas, juntos, unidas y unidos. Porque esto es cosa de TODOS y juntos jamás seremos vencidos.
Porque estoy segura que otras generaciones vendrán, vendrán llenas de PAZ, de LUZ. Vendrán para derribar todos los miedos.
Me despido con un texto de prosa especial por el día de hoy:
#25N2022
No te quiero ver correr por miedo hacia él,
te quiero ver correr hacia la luz
que te deja ser tú
Te quiero ver partir para tus sueños cumplir
Te quiero ver libre y sin miedo
Te quiero
Me quiero
Nos quiero
Ni una más
Ni una menos
*Este texto lo podéis escuchar recitado en mi perfil de Instagram
Hasta aquí hemos llegado. Me despido con un TE QUIERO.
Sonríe, eres más fuerte que el miedo.