El comisario de Acción Climática, Wopke Hoekstra, ha señalado este martes que es necesario reducir las emisiones de manera "significativa" en los edificios y el transporte para poder alcanzar las metas de reducción del 55% de gases de efecto invernadero en 2030 (en comparación con 1990) y la neutralidad climática para 2050.
"La UE está cumpliendo", ha aseverado el comisario en rueda de prensa durante la presentación del informe del Estado de la Unión de la Energía 2023, que "confirma que la acción climática y el crecimiento del PIB van de la mano" ya que se ha logrado, al mismo tiempo, una reducción del 3% en las emisiones con respecto a 2022 --alcanzando una reducción del 32,5% respecto a 1990-- y un incremento del 3% en el PIB del conjunto de la UE.
Hoekstra ha destacado también que la UE logró convertir la crisis energética derivada de la invasión de Ucrania por parte de Rusia en una "oportunidad" que ha permitido acelerar el despliegue de las energías renovables.
Sin embargo, del informe se desprende que, aunque la proporción de energías renovables en el consumo final bruto de energía alcanzó el 21,8% en 2021, alcanzar el nuevo objetivo de la UE del 42,5% para 2030 requerirá un crecimiento "mucho más rápido" en los próximos años.
Al mismo tiempo, aunque las emisiones de gases de efecto invernadero continúan cayendo de manera constante cada año, el documento señala que es necesario "acelerar el ritmo", y casi triplicar las reducciones anuales de aquí a 2030.
"Vamos por buen camino y nuestra senda está en línea con lo que se necesita para alcanzar los objetivos de 2030 y 2050, pero para lograrlos es necesario reducir las emisiones de manera significativa en los edificios y el transporte", ha apuntado el comisario neerlandés.
Por otro lado, ha subrayado que deben aumentar los sumideros de absorción de carbono, mientras que "se necesitan avances mucho más sustanciales en la reducción de las emisiones de la agricultura" y ha insistido en que "hay que acabar con las subvenciones a los combustibles fósiles".
En este sentido, la Comisión se ha comprometido a trabajar con los Estados miembro para eliminar "lo antes posible" estas ayudas que siguen siendo un "obstáculo importante" para la transición a una energía limpia y un "lastre" para los objetivos climáticos UE.