Los barones del PP advirtieron desde un primer momento a Pablo Casado sobre Álvarez de Toledo. Pero, este, no les hizo caso. Nombró portavoz en el Congreso a quien, unos años antes, había abandonado la política mostrando sus discrepancias con Mariano Rajoy. Ni eso, ni el hecho de que Cayetana Álvarez de Toledo hubiese votado a otro partido, Ciudadanos, hizo que el líder del PP no la nombrara portavoz en el Congreso. Este lunes, la patrona de la fundación de José María Aznar, FAES, se despidió con duros ataques a Casado tras que el líder del PP la cesara. La sustituirá Cuca Gamarra, vicesecretaria de Política Social.
"En estos cuatro años de mayoría absoluta, la democracia ni se ha regenerado, ni se ha defendido". "No podría ir en las listas porque no encuentro argumentos suficientes", escribió Cayetana Álvarez de Toledo en octubre de 2015 para explicar por qué abandonaba el PP de Mariano Rajoy. "Casado me comunicó mi cese esta mañana. Sus causas me parecen desdichadas y no las comparto. Creo que perjudican al partido. Infravaloramos el pensamiento crítico. La discrepancia no es sinónimo de deslealtad", declaró este lunes tras ser cesada por el sucesor de Rajoy.
Casado rectifica un año después. Nombró a Álvarez de Toledo como portavoz en contra de los barones moderados del partido, los más influyentes. Su decisión, apoyada por José María Aznar, era una demostración de fuerza en la formación. Acogió de mala gana a quien se había marchado dando un portazo a Rajoy y que ahora iba a ser portavoz de un partido tras haber confesado a otro: Ciudadanos. En los meses siguientes, el líder del PP le tocó defenderla muchas veces de las críticas y reproches internos. Hasta este lunes por la mañana.
Pablo Casado llamó a Álvarez de Toledo para comunicarle su cese del partido. El líder del PP señaló como argumento para esta destitución la entrevista que se había publicado el domingo pasado en 'El País'. Según el mismo, lo consideró como un "ataque a su autoridad", según Álvarez de Toledo. En la entrevista, la diputada declaró que un partido no debe tener "una estructura militar" y que no le gustaban ni el "conchabeo ni la maquinación". Contradiciendo todos los argumentos populares, como lleva haciendo desde su nombramiento, criticó la decisión del rey Juan Carlos de abandonar España. Apostó por un "Gobierno de concentración moral", en las antípodas de la agenda política del PP.
Álvarez de Toledo se dirigió entonces de manera expresa al secretario general del PP, Teodoro García Egea. Con él, la tensión se habría ido multiplicando en los últimos meses- "Ningún portavoz ha tenido menos autonomía que yo"- y criticó al hombre que la devolvió a la política. Sugirió que este se había dejado arrastrar por el discurso dominante del PP duro y el PP blando. "Casado cree que mi concepción de la libertad es incompatible con su autoridad".
La diputada también apuntó que en su cese había tenido mucho que ver la negociación con el PSOE para renovar el Consejo General del Poder Judicial. En los últimos meses había perdido protagonismo después de reventar en varias ocasiones la estrategia del PP. Una de ellas cuando desvió el foco del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por el cese del coronel Pérez de los Cobos llamando hijo de terrorista a Pablo Iglesias. Casado prescindió de la portavoz del Congreso en la comisión para la reconstrucción tras el coronavirus celebrada en la Cámara baja.