Hola, ¿qué tal?, espero que con ventilador o aire acondicionado en casa.
Dejando a un lado el calor que hace, quería reflexionar un poco sobre lo “mal visto” que está en esta sociedad llorar o simplemente no estar bien. El otro día publiqué en mi cuenta de Instagram (@marialosadag_) una publicación donde se me veía llorando y hablaba de la ansiedad y cómo había sufrido un leve ataque de ansiedad esa tarde. Hubo mucha gente que me escribió, desde el amor y el cariño, para darme ánimos. Hasta ahí bien, pero lo que me sorprendió fueron las expresiones que usaban, donde creí discernir que estaban súper preocupados por mí, o por lo mal que me podría encontrar.
Creo que es muy importante que desdramaticemos el llorar, el sufrir ansiedad o estrés puntual, creo que es importante darle la importancia que tiene, sin prejuzgar, sin asumir y sin sentir “pena” por la persona protagonista. Creo que si escucháramos al que tiene un mal día, le dejáramos desahogarse y no le pasamos la mano por el hombro, se desahogará más veces con nosotros. Si cuando una persona llora delante de nosotros, soltamos comentarios como: ¿qué te pasa? deja de llorar, seguro que no es nada, qué dramática, ¿por qué lloras así?, ¡me estás asustando!, ¡mucho ánimo, pasará!, etc… esa persona no se siente entendida, sino un bicho raro, se siente que está dramatizando y que no debe llorar jamás delante de nadie.
Llorar no es síntoma de tristeza, sino de desahogo, de quedarse a gusto. TODOS necesitamos llorar, echar pa’ fuera lo malo y quedarnos vacíos de miedos y tristezas. NO hay nada de malo en llorar de forma puntual, en gritar todo el estrés, o en agobiarse un momento dado, respirar y volver a empezar.
¿Cuántas veces hemos escuchado a nuestros padres o abuelos decir: bah, eso no es nada, deja de lamentarte y venga…? NO debemos anular las emociones, debemos sentirlas todas, y desahogarnos, quedarnos a gusto.
Por favor, si ves a un amigo o familiar llorar o sufrir ansiedad, tristeza o estrés, simplemente empatiza con él o ella, abrázalo, y dile que se desahogue y que estás ahí para cuando lo necesite. Por favor, evita expresiones como: eso no es ná, todo pasará, no llores…
Si pudiéramos desahogarnos más en nuestro día a día y no acumularamos emociones, seguramente desarrollaríamos menos trastornos de ansiedad o depresión.
Y si ves que tu amigo o familiar sufre estos episodios a menudo y no es algo puntual, estate alerta, se puede tratar de un trastorno o enfermedad mental. Facilítale ayuda y nunca le juzgues.
Nos llaman generación de cristal, y somos todo lo contrario, estamos aprendiendo a vivir y gestionar nuestras emociones para tener una buena salud mental, eso no es de gente débil sino de gente fuerte y valiente.
Creo, porque lo he vivido, que si lloramos, que si soltamos estrés y ansiedad, que sí vivimos y gestionamos nuestras emociones a diario evitaremos sufrir trastornos o enfermedades mentales en el futuro. Creo, que deben naturalizarse los sentimientos, creo que los niños y jóvenes tienen que tener claro que no tienen porque estar felices las 24 horas del día los 365 días, que pueden enfadarse, pueden sentir miedo y pueden sentir tristeza. Creo que se debe normalizar ir al psicólogo para que nos ayude con todas esas emociones. Ojalá una sociedad donde se desestigmatice la SALUD MENTAL.
Hasta el mes que viene. Recuerda que puedes compartir tu opinión conmigo en Instagram. Y no te olvides de sonreír.