Dos semanas ha tardado la Zarzuela; ni más, ni menos. Y lo ha hecho cuando el rey Juan Carlos ha aceptado darlo a conocer. En una nota de prensa facilitada poco después de las dos de la tarde de ayer, la Casa Real admitía que desde el día 3 de agosto abandonó España, el padre del Rey se encuentra en los Emiratos Árabes Unidos -EAU-. Un destino que en los últimos días se perfilaba como el más seguro, tras la publicación de la hoja de ruta de un avión privado que el 3 de agosto voló de Vigo a Abu Dabi. Además, aparecía una fotografía que situaba al padre del Rey en el aeropuerto de la capital emiratí.
Las especulaciones sobre el paradero del padre del Rey se multiplicaron desde el mismo momento en el que se conoció su partida de España. Ya que en un intento de borrar el rastro, fue el propio entorno privado del rey emérito desde donde se ofrecieron varios destinos como República Dominicana y Portugal. Pistas falsas que no hicieron más que alargar la polémica y echar al traste la estrategia conjunta del Gobierno y la Zarzuela para apartar al rey Juan Carlos de España y desvincularlo de la figura y las funciones del rey Felipe.
El viaje hasta los Emiratos Árabes
Fue en el diario 'ABC' donde el viernes 7 de agosto se publicó la hoja de ruta de un avión privado que, con base en París, se dirigió a Vigo y de allí a Abu Dabi. Al rey Juan Carlos se le había perdido la pista el lunes por la mañana. Tras dormir, en Sanxenxo -Pontevedra- en casa de su amigo y regatista Pedro Campos, salió en coche en dirección a Portugal, según dijo. Pero no fue en Oporto, como se pensó en primer lugar, sino en Vigo donde subió a un avión privado, de cuyo coste, de momento, nadie se ha responsabilizado. Le acompañaban, además de la tripulación, su asistente personal, que pertenece a la Guardia Civil, así como cuatro personas de escolta, también de la Benemérita.
Ya en vuelo, el rey Juan Carlos efectuó una serie de llamadas telefónicas, y también envió mensajes, a una serie de amigos a los que les comunicó que se iba de viaje. "Pero no de vacaciones, es un paréntesis", les dijo. Les avisaba de que esa misma tarde, la Zarzuela iba a hacer pública la carta que le había enviado a su hijo comunicándole su intención de "trasladarse, en estos momentos, fuera de España" con el objetivo de aliviar la presión sobre la Casa del Rey. Y así permitir a su hijo ejercer su funciones con la "tranquilidad y sosiego que requieren sus altas responsabilidades".