Reflexionaba con mi mujer de dos entrevistas que escuchamos en la radio.
Primera entrevista
Un ciego hablaba como desde la pandemia era mucho más difícil andar por las calles , hay muchos “ciegos digitales”, gente que va mirando el móvil y tienden a toparse con él. Decía con mucha educación que no necesitaban que le ayudaran, simplemente quería que fuéramos conscientes y levantáramos la vista, para no ser un obstáculo adicional.
Un conocido me hablo de la aplicación "be my eyes", que sirve para ayudar a interconectar a ciegos con voluntarios que necesiten una pequeña ayuda visual cuando están solos. Me pareció algo increíble.
Segunda entrevista
Una persona de edad avanzada, desconectada de la tecnología, hablaba de que ya no podía hablar con nadie por la calle, que había muchos sordos/mudos digitales. Era difícil hasta preguntar a alguien que va andando por la calle como llegar a un sitio.
Me sorprende el increíble lo del éxito de los supermercados que han puesto una caja para charlar con las personas.
Aquí en España tenemos la empresa Adopta un abuelo, una APP para ayudar a combatir la soledad de nuestros mayor.
La tecnología nos puede alejar o acercar y hacernos mas humanos, hacernos más o menos inclusivos.
He decido que quiero hacer al menos un poco:
- Disminuir mi consumo de móvil mientras ando por la calle, sobre todo en zonas concurridas
- Disfrutar de conversaciones con gente en la calle si veo en su cara que lo necesitan.
A veces apoyamos en redes sociales a todos los proyectos, pero no hacemos lo que está en nuestra mano que a veces pueden ser pequeños detalles que suman.
Con la inclusividad siento que nunca lo puedo hacer bien del todo, es un tema muy complicado. quizá estas cosas sean poco importantes, pero no cuestan trabajo.
En un mundo en el que las maquinas cada vez van a hacer más de todo, ¿no es mejor ser cada día un poco más humanos?