Ser feliz no cuesta dinero

¡Hoooli!

Hace mucho que no nos leemos, y es que por si aún no lo sabes esta, mi querida columna, ha pasado a publicarse cada dos meses. Hoy te traigo un texto de prosa poética que escribí el otro día y una pequeña reflexión. Espero que lo disfrutes…

Ser feliz no cuesta dinero

Ser feliz es hacer balance y quedarte con lo bueno

Ser feliz es sonreír a pesar de las malas rachas y miedos

Ser feliz solo depende de ti

¿Y por qué ahora este texto de prosa poética?

Pues porque llevo una mala racha de ansiedad y de gestión emocional, llevo unos meses donde no puedo sola y mi amor propio está en bancarrota. Estoy en una de esas rachas donde tienes que pedir ayuda para volver a tu ser, y por supuesto he vuelto a terapia.

Pero, ¿y qué tiene que ver esto con ser feliz?

Pues mucho, porque a pesar de no estar al 100% estos meses, si me preguntas si soy feliz te respondería 100% que SÍ. Porque para mí la felicidad es una manera de vivir, o mejor una intención de vida, ya que es la forma en la que te propones vivir el día a día. La vida es un conjunto de malas rachas, buenas, putadas y vaivenes, y solo depende de nosotros vivirlas lo mejor posible.

Soy feliz porque AMO la vida, porque siempre intento tomarme lo que me trae lo mejor posible, pasar el duelo oportuno pero jamás tirar la toalla. AMO mi vida porque siempre me propongo nuevas metas y objetivos. AMO la vida porque aunque esté en una mala racha siempre intento sonreír y quedarme con lo bueno. AMO mi vida porque intento disfrutar de los pequeños momentos. AMO la vida porque cuando estoy mal PIDO AYUDA para poder seguir intentando sonreír cada día.

Por eso, te digo, la vida no es un camino de rosas, pero solo tenemos dos opciones: vivir o morir, y siempre decido VIVIR. Por eso es fundamental INTENTARLO cada día, es fundamental tener objetivos y metas que te levanten de la cama, es fundamental rodearte de buena gente y buena vibra, y es fundamental PEDIR AYUDA cuando más lo necesitas.

Recuerda: NO TIENES QUE PODER SOLO, solo tienes que pedir ayuda e intentar vivir al máximo la vida, ¡que es preciosa!