Un total de 50 pacientes con trastorno mental grave y/o adicciones y 230 profesionales participan en el proyecto ‘Vidas inclusivas’ que promueven las consejerías de Salud y de Política Social, Familias e Igualdad.
‘Vidas inclusivas’ es la adaptación a la Región del proyecto belga sobre la rehabilitación de pacientes con patología mental, que fue designado como ‘buena práctica’ en la Unión Europea, y cuenta con la colaboración de cinco municipios: Caravaca de la Cruz, Cartagena, Lorca, Molina de Segura y Yecla. En cada uno de ellos se ha constituido un grupo local para la implantación, seguimiento y evaluación de este proyecto.
La Región de Murcia ha sido elegida como banco de pruebas en la Unión Europea para desarrollar este programa, que trata de demostrar cómo un modelo de atención continuada y supervisada a las personas diagnosticadas con trastorno mental grave y/o adicciones puede evitar la necesidad de institucionalizar al paciente en residencias y otro tipo de centros asistenciales.
El consejero de Salud, Juan José Pedreño, inauguró hoy las jornadas sobre el programa europeo ‘ImpleMental’ bajo el epígrafe ‘Avanzando juntos hacia proyectos de vida inclusivos’.
Pedreño resaltó que “con este proyecto se pretende poder constatar que muchas de las personas diagnosticadas, cuando son tratadas y acompañadas desde la cercanía, el respeto y la continuidad en la asistencia, pueden construir una vida autónoma sin la necesidad de ingresar en centros residenciales”.
Más de cien actuaciones
En total, se han realizado cinco jornadas de difusión del programa (una en cada municipio), y más de cien actuaciones para dar visibilidad a los objetivos y principios de este modelo de recuperación, que se basa en construir un proyecto de vida que se aleja de la patología y la enfermedad y se acerca a la salud, la fortaleza y el bienestar de las personas con trastorno mental grave o adicciones.
“El proceso de recuperación de las personas con problemas de trastorno mental grave está estrechamente relacionado con los procesos de inclusión social y con la capacidad de disfrutar de un rol social con sentido en el medio comunitario”, destacó el consejero de Salud, quien añadió que “se trata de un proceso personal, individual, de cambio esperanzado hacia una vida autónoma con propósito y sentido, a pesar de padecer una enfermedad mental.”
El proyecto cuenta con una inversión de un millón de euros financiado con fondos europeos para su puesta en marcha y para la elaboración de un Plan de Atención Individualizado que responda a las necesidades de estas personas.