Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos estima, tras realizar un análisis por el conjunto de las zonas productoras españolas de cítricos, que la cosecha para la campaña 2023-2024 se situará por debajo de los 5,8 millones de toneladas, según informa en un comunicado.
En concreto, la organización agraria ha alertado de que si la pasada campaña fue la más baja de las últimas siete con 5,99 millones de toneladas, en ésta el descenso todavía podría ser mayor.
La bajada de producción se daría en el grupo de pequeños cítricos (mandarinas y clementinas) y naranjas, mientras que subiría la de limones y pomelos.
Unión de Uniones ha precisado que esta merma de la capacidad productora se debe a varios factores, entre ellos la concatenación de diversas inclemencias meteorológicas a finales de invierno y primavera de este año. Las altas temperaturas y la baja humedad de los meses de marzo o abril también dificultaron el cuajado y provocaron una caída masiva de fruta.
Otros factores que han afectado a la cosecha son el bajo aprovechamiento comercial debido a las plagas, el hecho de que una parte importante de la superficie sean árboles viejos con menor rendimiento y finalmente también al abandono creciente de campos de cultivo por la baja rentabilidad de los últimos años.
De esta forma, la organización agraria considera "fundamental" que se realicen campañas de promoción de los cítricos ante el descenso del consumo y recuerda que las ha reclamado al Ministerio de Agricultura, tanto en el ámbito de la Unión Europea como en países terceros, con objeto de cambiar la tendencia actual.
Por otra parte, Unión de Uniones cree que ratificar o suscribir acuerdos por parte de la UE con terceros países sin estudios profundos ni rigurosos de impacto sobre los efectos que causan en el sector agrario ni sobre las consecuencias de la posible entrada de una plaga o enfermedad es un grave error.
La organización agraria ha reiterado que todos los acuerdos de la UE deberían llevar aparejada una reciprocidad en los estándares de producción o en el uso de materias activas y plenas garantías fitosanitarias en materia de plagas.
De esta forma, ha reclamado un "refuerzo" de las medidas en origen para controlar enfermedades no presentes aún en la citricultura europea y la suspensión automática de las importaciones de cítricos procedentes de aquellos países terceros que no puedan garantizar la seguridad fitosanitaria de sus envíos, así como propugna la extensión del tratamiento de frío a las mandarinas para evitar la entrada de la falsa polilla.