El hermatólogo, Ramón García Sanz, presidente de la Sociedad Española de Hermatología y Hemoterapia -SEHH- y hermatólo en el Hospital Universitario de Salamanca, ha mencionado un curioso caso de un linfoma de Hodgkin curado tras la infección del COVID-19.
Según explica el doctor, el linfoma de Hodgkin es un cáncer del sistema linfoide. Está formado por tejido distribuido por todo el organismo, en espacial por los ganglios linfáticos, la sangre, la médula ósea, las amígalas y el bazo. Su función es la de combatir de forma específica infecciones y enfermedades neoplásticas, por ejemplo generando anticuerpos y células T que matan células enfermas.
Recientemente, la revista 'British Journal of Haematology' ha publicado un artículo, mencionado por el hermatólogo como el "sorprendente caso". Se trata de una paciente trasplantado renal de 61 años. Había estado en tratamiento inmunosupresor y al que detectan un linfoma de Hodgkin.
Antes de iniciar el tratamiento, al parecer, el paciente se infecta de COVID-19. Requiere un ingreso de 11 días por neumonía. Tras ello, es dado de alta por haber superado la enfermedad. El paciente "sigue sin tratamiento del linfoma de Hodgkin. Cuatro meses después, sus médicos verifican que el linfoma había remitido. Alcanza casi remisión completa en el PET-TC que se le repitió. Habrá que esperar un tiempo para ver si el paciente no recae y podría estar curado", aclara el doctor García Sánchez.
A su juicio, a día de hoy "solo podemos entrar en especulaciones". Aparentemente el virus había provocado respuesta inmune antivírica, pero también antitumoral.
El experto indica que cuando hay una infección "se orquesta en nuestro cuerpo una respuesta inmune contra todas las proteínas de origen vírico. Esa respuesta se hace por partes, trozos a los que denominamos epítopos, contra los que se generan anticuerpos o células T tóxicas. Lo que podría estar sucediendo en este pacientes es que alguno de estos anticuerpos o células T o generados contra esos epítopos; pueda tener alguna reacción cruzada con las células tumorales del linfoma, de forma que también son capaces de combatirlas".
Insiste en que es solo una hipótesis y advierte de que "estas remisiones ocurren" ya han sucedido ya con otros linfomas y virus. Así como remisiones espontáneas de tumores, muy raras, pero en las que el organismo no sólo ha sido capaz de combatir el virus, sino también el cáncer.