Bienvenidos a Harar, la única ciudad del mundo donde las hienas son bienvenidas.
En la cima de una meseta en el este de Etiopía se encuentra la antigua ciudad de Harar Jugol. Puede que nunca hayas oído hablar de él, pero es un lugar que reserva más de una curiosidad: aquí se produce una gran variedad de café, es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2006 y es considerada una de las cuatro ciudades santas del Islam (junto con La Meca, Medina y Jerusalén) gracias a la presencia de más de 200 mezquitas y templos antiguos. Pero la razón por la que hablamos de ello es otra. Aquí está la peculiar tradición de dejar que los feroces depredadores entren y salgan a través de pequeños pasadizos abiertos en las murallas de la ciudad….
La hiena es, después del león, el depredador más peligroso de África. Pero los habitantes de Harar han establecido una relación de coexistencia con ellos.
Se cree que las hienas de esta zona, con su estruendosa risa, son capaces de protegerse de los malos espíritus.
Durante al menos 400 años, cada año dos clanes de hienas entran en la ciudad y luchan por la dominación de esas calles. El clan ganador tiene la oportunidad de aprovechar los residuos que los carniceros ponen a su disposición.
Esta tradición centenaria es continuada por los llamados «hombres de mente plena», que desde los años sesenta la han convertido en una especie de espectáculo para el visitante.
Estas expediciones de hienas son posibles por la noche y también satisfacen la necesidad de mantener a estos animales a raya y evitar que ataquen a las personas y al ganado.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que aunque están acostumbrados a la presencia de seres humanos, siempre son animales salvajes y que sólo personas experimentadas pueden permitirse acercarse a ellos y dirigir las tardes cuando se les alimenta.
