En marzo de hace dos años, España implementó un nuevo reglamento de circulación que trajo consigo cambios sustanciales en la normativa vial. Entre las modificaciones más destacadas se encontró el endurecimiento de las leyes de tráfico, eliminando el margen de 20 kilómetros/hora para adelantar en carreteras nacionales, reduciendo las tasas de alcoholemia para ciertos grupos y fortaleciendo las sanciones por infracciones como el uso del teléfono móvil al volante.
En cuanto a las pruebas de alcoholemia, la Dirección General de Tráfico (DGT) mantuvo la tasa en aire espirado en 0,25 miligramos de alcohol por litro y en 0,15 miligramos paraconductores noveles. En sangre, la tasa se fijó en 0,5 gramos por litro y en 0,3 g/l para los conductores noveles. Sin embargo, el reglamento también endureció la normativa para los menores de edad, estableciendo una tasa de alcoholemia cero-cero, que podría extenderse a todos los conductores en un futuro cercano según las previsiones de la Unión Europea.
En la actualidad, las multas por alcoholemia varían según la concentración de alcohol detectada. La sanción es de 500 euros y cuatro puntos si el resultado de la prueba está entre 0,25 mg/l y 0,50 mg/l en aire espirado (0,15-0,30 para conductores profesionales), y de 1.000 euros y seis puntos si se superan los 0,50 mg/l (0,30 para profesionales). Además, en este último caso, se enfrentan a un procedimiento judicial por alcoholemia.
La DGT, con el objetivo de concienciar sobre los riesgos del consumo de alcohol al volante, realiza millones de controles de alcoholemia cada año. El alcohol y la conducción representan una combinación peligrosa, contribuyendo al 30% al 50% de los accidentes mortales en las carreteras. Esta sustancia, un depresor del Sistema Nervioso Central, afecta tanto la aptitud como la actitud para conducir, aumentando el riesgo de accidentes de tráfico.
La nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial, que ha entrado en vigor, destaca la importancia de luchar contra el consumo de alcohol al volante, una de las principales causas de siniestros viales. Ahora, todos los conductores que superen la tasa de 0,0, independientemente del vehículo que conduzcan, enfrentarán sanciones económicas que oscilan entre 500 y 1.000 euros, en función de la tasa de alcohol en sangre.
La DGT hace hincapié en que la única tasa realmente segura es 0,0 g/l. La nueva tasa de alcoholemia implica que los usuarios menores de edad no podrán tener la más mínima cantidad de alcohol en su organismo, con multas que oscilan entre 500 y 1.000 euros en caso de infracción. Para el resto de los conductores, las tasas permitidas son de 0,5 g/l de alcohol en sangre y 0,25 mg/l en aire espirado para conductores generales, y de 0,3 g/l en sangre y 0,15 mg/l en aire espirado para profesionales y conductores noveles.