Este viernes 10 de julio finaliza la convocatoria más anómala que se recuerda de la Evaluación de Bachillerato de Acceso a la Universidad -EBAU-, la antigua Selectividad, pospuesta este año hasta verano por la pandemia de coronavirus. Los estudiantes de Navarra fueron los primeros en examinarse, mientras que los de La Rioja y Cantabria serán los últimos en hacerlo, en concreto, este viernes 10 de julio.
Los exámenes, a los que se presentan cada año más de 200.000 estudiantes en toda España, se han realizado con medidas excepcionales para evitar contagios, como el uso de mascarillas o la multiplicación de sedes, incluyendo pabellones deportivos o recintos feriales, que han facilitado el mantenimiento de dos metros de distancia entre estudiantes.
En Aragón, por ejemplo, se ha pasado de las 14 sedes del año pasado a 84. Y su Gobierno recomendó acudir a pie a los exámenes para prescindir del uso del transporte público. Mientras que en Asturias se han transformado pabellones deportivos de Oviedo y Gijón en enormes salas de exámenes, aunque no tan grandes como el inmenso Bilbao Exhibition Centre (BEC) de Barakaldo (Vizcaya), un recinto ferial que también ha acogido las pruebas en País Vasco.
EBAU
En cualquier caso, los estudiantes han tenido que acudir a las sedes de la EBAU con antelación. Estando vetada la asistencia de personas que mostrasen síntomas de coronavirus. De hecho, algunas comunidades recomendaron medirse antes la temperatura corporal. Tampoco se ha admitido la compañía de familiares en los recintos salvo para estudiantes con diversidad funcional. Y antes de tomar asiento, todos han tenido que limpiarse las manos con gel hidroalcohólico.
Dentro del aula, además de la desigual obligación de usar mascarillas, las instrucciones han diferido en cada comunidad. En Castilla y León, los estudiantes han tenido que guardar sus materiales en bolsas de plástico, mientras Asturias obligaba a recogerse el pelo a los jóvenes melenudos, así como a hacer todas las pruebas en el mismo asiento del aula. A la hora de entregar los exámenes, Andalucía recomendaba el uso de guantes. Después, los folios pasaban seis horas "hibernando" antes de que los vuelva a tocar otra persona en esta comunidad.
La salida del aula ha sido igual de ordenada y pautada para impedir los corrillos de estudiantes. Mientras Extremadura prohibía "reuniones de grupo por mínimas que sean en los descansos" y comer en espacios cerrados. Madrid aconsejaba acudir a las pruebas con "agua, alimentos y material para su consumo personal". Y en Cataluña, directamente, se prohibió el uso de máquinas expendedoras de comida y fuentes de agua.