Martínez, analiza este caso donde el acusado fue llevado a juicio, sin pruebas objetivas, por el asesinato de su tía abuela y reflexiona sobre cómo un juicio mediático puede condenar a un inocente
“No solo se ha manchado la honorabilidad de un inocente que ha pasado 2 años y medio en prisión preventiva sin pruebas, sino que también se ha manchado la honra de la víctima que asesinaron”, declara el abogado del caso
Ha sido uno de los casos más sonados en la Región de Murcia de los últimos años, es la primera vez que se solicita en la Región una condena de prisión permanente revisable y la primera vez que se absuelve al acusado.
En abril de 2019 aparecía el cuerpo sin vida de Maruja, en Abarán. Tras una primera inspección, el forense determinó la muerte natural de la octogenaria, pero en un segundo análisis, al hacer la autopsia, encontraron pruebas de que fue asesinada por apuñalamiento.
En cuanto descubrieron que era un homicidio, fueron a investigar al acusado, al sobrino nieto de la víctima Joaquín G.V. sin tener pruebas o indicios de que pudiera ser él. Ahí comienza la pesadilla para este hombre que, hasta la celebración del juicio, pasó dos años y medio en prisión preventiva sin tener una sola prueba de culpabilidad hacia él.
La presunción de inocencia en este caso se pasó por alto, y su abogado Pablo Martínez, del despacho Mariano Bó y Pablo Martínez Abogados, tuvo que demostrar que no era culpable, buscando demostrar la inocencia del acusado. No se encontró nada que pudiera incriminar a Joaquín, ni restos de ADN, ni huellas, ni restos biológicos, ni su presencia en las cámaras de seguridad cercanas a la casa de la asesinada en el día de su muerte. No sólo esto, sino que su abogado demostró su inocencia (recordemos que lo que hay que demostrar es la culpabilidad) con pruebas que muestran que no era posible que fuera él, como el análisis ‘minuto a minuto’ de su móvil y con testigos llevados a juicio.
Lo único que llevó a la acusación a incriminar a Joaquín fueron unos mensajes de WhatsApp subidos de tono y poco elegantes que aportó una testigo en una declaración ante la Guardia Civil. Ni una prueba incriminatoria, pero aún así fue acusado de matar y de tratar violar a su tía abuela. Ahora, la Audiencia Provincial de Murcia excluye la culpabilidad del acusado.
Murcia Noticias, habla en exclusiva con el abogado del acusado, Pablo Martínez, para conocer los detalles de la investigación.
- ¿Qué ha sido lo más complicado en este caso?
Han sido complejas varias cosas, primero contextualizar y presentar las pruebas a un jurado popular, que no está acostumbrado a analizar estos casos. En el momento en el que comenzó el juicio el caso estaba muy mediatizado en los medios de comunicación, de forma sesgada, lo que complicaba esto. Luego se resolvió de forma muy contundente 8 - 1, votando a favor del acusado rechazando su culpabilidad.
Joaquín ha pasado dos años y medio en la cárcel de forma preventiva, con las pruebas que el Fiscal entendía que había en ese momento. Pero conforme iban llegando las pruebas objetivas, pedí la libertad provisional para él y se me ha negado diciendo que había riesgo de fuga y por la gravedad del hecho.
En España tenemos un problema, con hechos graves primero te meten a prisión y luego se te juzga. En ese sentido, el sistema americano, por ejemplo, son más objetivos, se juzga en libertad y si ya eres condenado te meten a la cárcel.
No en este caso ya que Joaquín ha quedado absuelto, pero imaginémonos que si hubiese sido una petición fiscal donde se pide 5 años, y estás en prisión provisional dos años y medios, cuando llega el juicio casi no te compensa ni interesa discutir su inocencia porque sale más rentable llegar a un acuerdo que sale en libertad antes, que discutir un juicio que puede salir o no condenado porque mientras sigues en prisión.
Qué duro es para una persona inocente estar dos años y medio en la cárcel, con pruebas que no eran consistentes y que ahora sales absuelto… pero has quedado como un ‘marrano’ ante la opinión pública, como un asesino. La gente llega a plantearse que no le han condenado porque no se ha podido demostrar que sea culpable porque no han encontrado pruebas, o cuando dicen ‘cuando el río suena, agua lleva’, pero no. No solo no se ha probado su culpabilidad, sino que se ha probado su inocencia. Lo más importante ahora es que Joaquín ha recuperado su vida.
- ¿Cómo te has sentido durante el juicio ahora que ha finalizado?
Llegamos a un juicio acusados de prisión permanente revisable y yo me jugaba la vida en libertad de este señor o toda su vida en la cárcel, sin encontrar nada, solo con especulaciones.
Quiero dejar constancia de que el jurado popular ha hecho un trabajo exquisito, han dejado sus trabajos durante un mes, analizando pruebas con las que no están acostumbrados en un tema tan delicado como es de asesinato, pero el veredicto ha sido contundente.
Lo he pasado muy mal durante el juicio, hay mucha tensión, no sabes qué pasa por las cabezas de las 9 personas del jurado, que no son juristas. Pero sientes alivio cuando dicen que no se ha demostrado el hecho y que se declara no culpable. Y luego escuchas los argumentos -que hacen ellos solos sin magistrados- con las pruebas que hemos demostrado, con las declaraciones de testigos, con los informes que presentamos y los peritos informáticos que llevamos a juicio donde se analizó el minuto a minuto de Joaquín durante un día entero…
El Fiscal situaba la muerte de la víctima en un amplio horario incierto, en la noche del día 22, luego lo amplió y acotó desde las 15h hasta la madrugada,... pero usted, quien acusa, me tiene que decir a qué hora han visto al acusado, si tienen una huella o alguna prueba… y eso no existía. Se ha juzgado a Joaquín por sospechas, sin pruebas.
Ningún vecino lo vio entrar o salir ese día, no había imágenes de Joaquín en las cámaras de seguridad de comercios cercanos… no tenían nada contra él. Lo que hemos hecho ha sido reconstruir datos que la Guardia Civil conocía: cuánto tiempo se tarda en ir desde su trabajo a su casa, ver cuándo se conectó al wifi de su casa y que al día siguiente manda una foto de lo que vio la noche anterior, porque se quedó dormido.
Es ilógico pensar que esa persona, en el horario donde lo sitúa la forense, haya matado a la víctima porque estaba en ese momento conectado al wifi de su casa.
- ¿Crees que en ese caso se han producido errores?
Tengo una teoría. Aparece el cuerpo de Maruja, al principio hay un error y apuntan que es muerte natural, después determinan que es un asesinato y empiezan a investigar. Se dan cuenta de que no hay pruebas objetivas de que se haya forzado la puerta de la víctima y por tanto que no ha entrado una persona ajena a la casa.
Automáticamente, la primera línea de investigación apunta a Joaquín por unos whastapp y se centran en él y se olvidan del resto del mundo, y ahí creo que está el error.
A Joaquín se le ha investigado y mucho, se le ha registrado su casa, taquilla, su coche, su ordenador, se le ha seguido, se le ha pinchado el teléfono durante dos meses, se ha analizado sus cuchillas de afeitar, los cuchillos de su casa, su pelo, su adn, se ha analizado hasta su geolocalización… y de todas esas pruebas ninguna lo sitúa en el escenario del crimen.
Cómo se centraron solo en Joaquín, se olvidaron de buscar otras pruebas. Por ejemplo, hasta dos años y medio después -que se ha celebrado el juicio- no se analizó el teléfono de la víctima y fue por petición nuestra. Estoy deseando que encuentren al autor o autora del asesinato y que detengan al verdadero culpable.
- ¿Qué opinión te merece el papel de la prensa en este caso?
He notado que en la primera fase de este juicio se han hecho publicaciones más objetivas y otras más sectarias, donde sólo se vende una parte de la historia. Y en los juicios no solo hay una parte, hay varias y debemos mostrar el juicio en su globalidad.
Se sacaron de contexto unas pruebas, unos whatsapp en un momento determinado, que se han descontextualizado, mostrando la imagen de un señor que no es así y eso es peligroso.
Es peligroso porque la opinión pública se hace una idea equivocada del caso, y luego vienen las lamentaciones y los porqués, Y es ahí cuando no se entiende la justicia y vienen los comentarios como ‘vaya una justicia’ o ‘cómo dejan a este individuo salir a la calle’, y no comprenden penas más leves.
Debemos hacer un ejercicio de mostrar y enseñar la justicia tal y como es a los ciudadanos. Las normas son como son y hay que cumplirlas. Hay una serie de derechos que se tienen y que debemos respetar como la presunción de inocencia, los juicios paralelos o incluso previos, las tertulias televisivas,... llevan a una pena de banquillo difícil de superar.
No solo se ha manchado la honorabilidad de un inocente que ha pasado dos años y medio en prisión preventiva sin pruebas, sino que también se ha manchado la honra de la víctima que asesinaron, diciendo que fue violada y abusada sexualmente cuando no hay pruebas de ello, debemos dejar el morbo a un lado.
Si no se respetan esas fases se puede pensar ‘este tipo es un marrano, hay que condenarlo’ y eso es peligroso, y más en un juicio como este con jurado popular.
Ahora agradezco que, tras la sentencia, varios medios se hayan hecho eco de la misma manera, analizando la inocencia de Joaquín de forma rigurosa
- ¿Qué mensaje te gustaría trasladar?
Quiero ser claro: la Justicia funciona, pero hay que ayudarla, y el sistema a veces se puede equivocar. Hay que tener cuidado, ser objetivos y prudentes, porque juegas con cosas graves.
Es grave lo que le ha pasado a Maruja, a la víctima, pero también es grave lo que le ha pasado a Joaquín, que también es víctima. Y lo peor es que el autor está suelto.